Cómo encontrar nuestro camino estando al borde de la destrucción
La destrucción de los sistemas que apoyan la vida en nuestro: planeta: los océanos, la atmósfera, los ríos, los lagos y los bosques, ha sido ante todo el resultado de nuestra ignorancia en el pasado con respecto al daño que los combustibles fósiles y las sustancias químicas pueden causar a nuestro mundo. Aunque siempre ha habido “personas informadas” que tienen acceso a los peligros de tecnologías específicas, y aunque es indudable que el poder y la ambición han tenido un papel importante en la forma en que se aplican las nuevas tecnologías, la mayoría de la población general no se ha dado cuenta de las consecuencias que podría tener el apoyar a las industrias que acaban con nuestros recursos.
La familia norteamericana promedio que trata de encontrar el equilibrio entre dos carreras profesionales, juntas de padres de familia y prácticas de fútbol, ha dejado en manos del gobierno y de la industria la responsabilidad de mantener bajos los niveles de radiación en las plantas nucleares y asegurarse de que el agua, el vapor y los residuos de las minas y fábricas no sean un riesgo. Como consumidores, pocas personas han visto más allá de los anaqueles de los centros comerciales y supermercados de su vecindario e investigado de dónde vienen en realidad los productos que les facilitan la vida.
Desde esta perspectiva, el daño que nuestro planeta ha experimentado podría verse como algo que en gran medida no fue intencional, sino el producto secundario y la consecuencia de nuestros cambiantes puntos de vista sobre el progreso, la economía y nuestra relación con el mundo. Ahora que se ha identificado el peligro de los productos que acaban con el medio ambiente, y que las predicciones científicas y las de las culturas antiguas se han validado, podemos trabajar juntos para cambiar y “corregir los errores”. Aunque ésta no es una excusa que justifique los efectos catastróficos que han ocurrido (como derrames de petróleo, fusiones accidentales del núcleo de reactores, explosiones en plantas químicas y desechos tóxicos), ayuda a distinguir con claridad la amenaza de las tragedias ambientales, la creciente amenaza de armas de efectos masivos y la amenaza de las ideas que llevaron a su creación.
El código de Dios de GREGG BRADEN
Finalmente, la búsqueda de nuestros orígenes parece llevarnos a la fuente mas abundante de claves: la vida misma. Al comprender la vida en general, y al saber específicamente quienes somos, podríamos descubrir la forma de superar las diferencias que amenazan nuestra existencia.
Gregg-Braden/authoR
El código de Dios